Villa Clara en Cuba, es el hogar de un centro de investigación crucial para la industria azucarera: la Estación Territorial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (ETICA), una entidad que es líder en la industria desde su fundación en 1984. Rodeada por grandes campos de caña de azúcar, ETICA Centro Villa Clara se constituye como un faro de conocimiento y tecnología. Su misión es clara: encontrar soluciones innovadoras y eficientes para mejorar la calidad y reducir los costos de producción de la caña de azúcar, todo mientras se prioriza la sostenibilidad agrícola y la adaptación al cambio climático.
Formando parte de la red del INICA, ETICA alberga la única biofábrica del grupo azucarero cubano. Más allá de la producción de bioplantas de caña, esta instalación también se dedica al desarrollo de otros cultivos, diversificando así las opciones agrícolas locales. En ETICA recientemente, se ha incursionado en la producción de vainilla en colaboración con México y Cenpalab, destacando la voluntad del centro de buscar oportunidades de mejora en diversos frentes.
Sin embargo, uno de los aspectos más sobresalientes de ETICA es su centro internacional de referencia de suelos, el más grande de Latinoamérica. Aquí, se recogen muestras de suelos, proporcionando información vital sobre su composición y degradación a lo largo del tiempo.
“Tenemos bloques experimentales desde la costa norte hasta el sur de Cuba”, explica Delgado Mora. “Esto nos permite hacer un seguimiento a lo largo de todo el ciclo de cultivo, desde la postura hasta la producción de nuevas variedades de caña, un proceso que puede durar de 10 a 15 años. Las variedades y semillas se seleccionan en función del tipo de suelo y las condiciones climáticas, lo cual es crucial para obtener buenos resultados”.
El enfoque de ETICA en la adaptación al entorno es evidente en su selección de variedades de caña. Con bloques experimentales desde la costa norte hasta el sur de Cuba, la estación realiza un seguimiento minucioso del ciclo de cultivo, adaptando las variedades a las condiciones locales.
La transferencia de conocimientos es una prioridad para ETICA, que ofrece una amplia gama de servicios científico-técnicos y programas de capacitación para agricultores y técnicos agrícolas locales. Además, su laboratorio de vanguardia realiza análisis exhaustivos para optimizar la producción.
ETICA también lidera la investigación fitosanitaria y energética. Con más del 40% de las variedades actuales resistentes a plagas y enfermedades, el centro ha logrado avances notables en este frente. Además, está validando variedades de caña energética para contribuir a la sostenibilidad energética de Cuba. La entidad también se encuentra en la vanguardia de la investigación en caña de azúcar como fuente de energía.
“Estamos validando variedades de caña energética, que tienen un mayor contenido de fibra y se utilizan para generar energía”, menciona Bernal Villegas. “Esto contribuye a la sostenibilidad y diversificación de las fuentes energéticas en Cuba, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles”.
El trabajo realizado en la estación ha tenido un impacto significativo en la producción de caña de azúcar y en la economía de Villa Clara. Además de su enfoque en la investigación y desarrollo, también desempeña un papel importante en la formación de recursos humanos.
En un país donde la producción azucarera es vital para la economía, ETICA desempeña un papel crucial. Su trabajo, no solo impulsa la producción de caña de azúcar, sino que también fortalece la base científica y técnica del sector agrícola cubano, asegurando un futuro próspero para la industria azucarera del país.