Al cultivar la caña de azúcar queda una gran cantidad de bagazo, el residuo fibroso del tallo que, suele desperdiciarse, pero se ha convertido en un ingrediente clave para producir materiales de construcción.
Esta propuesta, que ha ganado el premio internacional Climate Positive, se llevó a cabo gracias a la colaboración entre la Universidad del Este de Londrés y la empresa británica Tate & Lyle Sugars.
La composición de Sugarcrete es simple pero efectiva: bagazo de caña de azúcar combinado con aglutinantes minerales patentados. Esta mezcla se somete a un proceso de compresión y curación, dando como resultado bloques de alta resistencia que pueden sustituir a los ladrillos convencionales de arcilla o concreto.
Sugarcrete posee varios beneficios y son bastante evidentes: se cura mucho más rápido que el concreto tradicional, reduciendo el tiempo de espera de cuatro semanas a tan solo una. Además, los bloques de Sugarcrete pesan entre un cuarto y un quinto más que sus contrapartes de concreto, lo que los hace más manejables y fáciles de transportar. Esto es especialmente relevante en áreas donde se cultiva caña de azúcar, ya que proporciona una solución rentable para dar valor a un subproducto agrícola.
El impacto ambiental de Sugarcrete también es significativo: se estima que su huella de carbono es entre un 15% y un 20% menor que la del hormigón. Esta reducción se debe en parte a la disminución de la dependencia del cemento Portland, cuya fabricación genera grandes emisiones de CO2.
Ya se han realizado pruebas exitosas de Sugarcrete en prototipos de losas de piso modulares, cuya capacidad para distribuir cargas a través de conexiones entre bloques entrelazados ha demostrado ser eficaz. Aunque se utilizan refuerzos de acero en su fabricación, las losas de Sugarcrete pueden requerir hasta un 90% menos de este material que las losas de hormigón, lo que reduce aún más su impacto ambiental.
El reconocimiento internacional de Sugarcrete se evidenció cuando Green Cross UK lo seleccionó como ganador en la sección de economía circular de los premios Climate Positive. Este galardón destaca los esfuerzos de Sugarcrete por abordar el cambio climático al tiempo que fomenta el aprovechamiento del bagazo de la caña de azúcar.
El equipo detrás de Sugarcrete ahora busca socios agrícolas en las naciones del Sur Global para llevar esta tecnología al mercado, lo que promete un futuro más sostenible y rentable para las comunidades agrícolas en todo el mundo.