El vehículo es capaz de funcionar con bioetanol extraído de caña colombiana. Con este combustible, podría reducir drásticamente las emisiones de CO2.
La transición energética es una de las grades apuestas de muchos fabricantes en la industria automotriz. Entre las soluciones más atractivas para reducir la huella de carbono de los motores a combustión está el bioetanol, un combustible renovable extraído de la materia prima vegetal rica en almidón o azúcares. En Colombia, el bioetanol es producido casi en su totalidad al procesar la caña de azúcar que es cultivada en 51 municipios ubicados en los departamentos de Valle del Cauca, Risaralda, Caldas, Quindío, Cauca y Meta.
Toyota ya está haciendo uso de ese biocombustible y presentó oficialmente en el país el ‘Flexie’, un Corolla Corss XRX híbrido que funciona con un motor mitad eléctrico y mitad a combustión alimentado únicamente con bioetanol, que en este caso es hecho 100% con caña de azúcar colombiana.
Aunque el vehículo ya ha recorrido más de 4.000 km de carreteras colombianas, desde la marca detallan que el obstáculo para implementar esta nueva modalidad de transporte es que aún no hay suficiente inyección de capital que promueva la inducción del bioetanol a la economía colombiana.
“Venimos trabajando de la mano del Gobierno Nacional para que se establezcan políticas públicas y seguridad jurídica que incentiven la inversión y promuevan la producción de bioetanol colombiano”, afirmó Claudia Calero, presidenta de Asocaña.
El uso del bioetanol puede reducir drásticamente las emisiones de CO2 de los motores a combustión, así como también disminuye la producción de otros gases tóxicos y de material particulado, sustancias perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
Sin embargo, aunque en Colombia aún no se utiliza la combustión de bioetanol al 100%, si se han hecho apuestas por las mezclas entre bioetanol con la gasolina convencional, un coctel de combustibles que permite un mayor octanaje —y por ende mayor rendimiento— además de una serie de beneficios para el medio ambiente.
La oxigenación de la gasolina, como se le conoce a esta mezcla de combustibles, es una práctica que lleva 18 años en Colombia. Por esto ya se cuenta con una infraestructura de distribución que podría servir para llevar bioetanol al 100% a casi todo el país. Según Calero, parte de lo que hace falta para que los colombianos tengan un híbrido con estas características en sus hogares es que los fabricantes traigan masivamente este tipo de carros al país: “A medida que tengamos más alianzas con otros fabricantes, sin duda vamos a hacer que la movilidad sostenible con bioetanol sea posible.”
También se requiere que más productores de caña se animen a cubrir la demanda de este producto. Actualmente son seis las destilerías de caña que producen simultáneamente azúcar y bioetanol —cuya producción se acerca a los 350 millones de litros al año—. Para los ingenios azucareros, la llegada de este vehículo es una gran noticia, ya que podrán aprovechar la infraestructura existente para producir este combustible y aumentar su oferta de productos. “Así que si queremos producir etanol, pues tenemos que montar más plantas de bioetanol adscritas o engranadas a la producción de los ingenios que producen azúcar”, argumenta Calero.
El uso del “gasohol”, la mezcla entre gasolina y bioetanol, ya genera grandes beneficios en materia ambiental. En esos 18 años que lleva usándose, la gasolina oxigenada generó una reducción del consumo de 1100 millones de galones de gasolina, y por ende de 8 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono. Esto es lo mismo, según las cifras de Asocaña, que plantar más de 60 millones de árboles.
Aún como el bioetanol parece una opción óptima, los fabricantes del ‘Flexie’ creen que la clave está en la diversificación de las opciones disponibles al público. No solo se trata de optar por combustibles renovables y amigables con el medio ambiente, como el bioetanol o incluso el hidrógeno, sino también de optar por los motores únicamente eléctricos o por los híbridos convencionales o enchufables.
“Creemos que la estrategia para lograr una reducción de la huella carbono está en la diversificación de tecnologías ofreciéndole a los colombianos opciones con recursos renovables que nos permitan seguir avanzando hacia el futuro de la movilidad para todos”, mencionó Alexandra Pfeil-Schneider, vicepresidente de Planeación en Automotores Toyota Colombia.
Al utilizar bioetanol 100% colombiano, y extraído de la caña, no solo se beneficia el medio ambiente. La agroindustria de la caña de azúcar en Colombia genera alrededor de 286.000 empleos directos e indirectos, y mueve $5 billones que circulan en su mayoría dentro del país. Esto demuestra que el uso del bioetanol podría traer un empujón enorme a una industria que ya de por sí es muy grande.
Tal vez el obstáculo más grande para la implementación directa del bioetanol al 100% es el marco jurídico actual en Colombia. Calero cree que “tener unas mejores condiciones de seguridad jurídica, donde hayan garantías para el que produce y para el que compra, donde hayan unas señales claras de precios y, por supuesto, unas señales claras para la producción” puede mejorar el terreno para dar este paso tan importante hacia la transición energética.
La muestra de que modelos como este son viables está en Brasil, donde en el caso del ‘Flexie’ ya se han vendido ya más de 40.000 unidades. La presidenta de Asocaña cree que si a los inversionistas nuevos y actuales se les brindan unas mejores condiciones de seguridad jurídica, en Colombia se podría tener el mismo éxito con el bioetanol que en Brasil.
“Estamos trabajando con el Gobierno Nacional para generar unas mejores condiciones que permitan que más inversionistas puedan producir más bioetanol y que podamos tener más vehículos con un porcentaje mayor de bioetanol mezclado con gasolinas”, confirma Calero.
En promedio, la mezcla de gasolina con el bioetanol está en un 7%, cuando esa cifra alcance el 20% será posible que vehículos como este sean comunes a nivel nacional. Así lo cree Julio Calderón, gerente de relaciones con el gobierno y oficial de cumplimiento de Automotores Toyota para Colombia.