El sector azucarero colombiano, un pilar fundamental de la economía nacional, ha enfrentado un año 2024 marcado por contrastes. Si bien se lograron avances significativos en producción y exportaciones, también se evidenciaron desafíos que ponen a prueba la resiliencia del sector. Claudia Calero, presidenta de Asocaña, nos brinda un panorama detallado de la situación y nos anticipa los retos que enfrentará el sector en el futuro.
Un balance agridulce
El año 2024 cerró con un incremento del 5% en la producción de caña, una cifra que demuestra la fortaleza del sector. Sin embargo, este crecimiento se vio opacado por varios factores:
- Aumento de los costos de producción: El incremento del salario mínimo, sumado al alza en los precios de los insumos, ha presionado los márgenes de rentabilidad de las empresas azucareras.
- Competencia internacional: Las importaciones de azúcar y etanol han crecido significativamente, lo que representa una amenaza para la producción nacional y el empleo.
- Inseguridad en las zonas cañeras: Los actos delictivos y las amenazas contra los trabajadores han afectado la operación de las empresas y la tranquilidad de las comunidades.
Los desafíos del 2025 y más allá
Claudia Calero advierte que estos desafíos persistirán en el 2025 y más allá. Para hacer frente a esta situación, el sector azucarero requiere de un mayor apoyo por parte del gobierno y de una mayor coordinación entre los diferentes actores de la cadena de valor.
- Política industrial clara: Es necesario contar con una política industrial que fomente la competitividad del sector, proteja la producción nacional y promueva la inversión.
- Fortalecimiento de las cadenas de valor: La articulación entre productores, industriales y comercializadores es fundamental para mejorar la eficiencia y la rentabilidad del sector.
- Innovación y sostenibilidad: La adopción de tecnologías limpias y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles son claves para garantizar la competitividad a largo plazo.
- Seguridad en las zonas rurales: Es urgente fortalecer las instituciones y las fuerzas de seguridad para garantizar la tranquilidad de los trabajadores y las comunidades.
El papel del sector azucarero en la economía colombiana
El sector azucarero no solo es importante para la generación de empleo y divisas, sino que también desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria y energética del país. Además, la caña de azúcar es una materia prima versátil que puede utilizarse para producir una amplia gama de productos, desde el azúcar y el etanol hasta la energía eléctrica y los bioplásticos.
Oportunidades y desafíos en un mundo cambiante
El sector azucarero colombiano enfrenta un futuro lleno de desafíos y oportunidades. La creciente demanda mundial de alimentos y energía, el cambio climático y la búsqueda de alternativas sostenibles a los combustibles fósiles son factores que pueden impulsar el crecimiento del sector. Sin embargo, es necesario adaptarse a un entorno cada vez más competitivo y complejo.
Conclusiones
El sector azucarero colombiano ha demostrado una gran capacidad de adaptación a lo largo de su historia. Sin embargo, para seguir siendo competitivo y sostenible en el futuro, es necesario abordar los desafíos actuales y aprovechar las oportunidades que se presentan.
- Mayor inversión en investigación y desarrollo: Para desarrollar nuevas variedades de caña de azúcar más resistentes a las plagas y enfermedades, y para mejorar los procesos de producción.
- Fortalecimiento de las relaciones comerciales: Explorar nuevos mercados y diversificar los productos exportados.
- Promoción de la sostenibilidad: Continuar avanzando en la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y en la reducción de la huella de carbono del sector.
- Mayor participación en la economía circular: Aprovechar los subproductos de la caña de azúcar para generar nuevos productos y servicios.
En resumen, el futuro del sector azucarero colombiano depende de la capacidad de sus actores para adaptarse a un mundo en constante cambio, trabajando de manera conjunta para construir un sector más sostenible, competitivo y equitativo.