En un movimiento estratégico para ampliar su presencia en el mercado de biocombustibles bajos en carbono, la petrolera BP ha acordado con la empresa de cereales Bunge la compra del 50% de su participación en la empresa conjunta brasileña de azúcar y etanol BP Bunge Bioenergia por un valor total de 1.400 millones de dólares.
Una apuesta por la sostenibilidad y el crecimiento
Esta adquisición, que se espera concluir a finales de 2024, permitirá a BP hacerse con el control total de Bioenergia, una empresa con una capacidad de producción de alrededor de 50.000 barriles diarios de etanol equivalente a partir de caña de azúcar. Esta operación se alinea con el objetivo de BP de reducir su huella de carbono y convertirse en una empresa energética de bajas emisiones.
Fortaleciendo la posición en el mercado de biocombustibles
El mercado de biocombustibles está experimentando un crecimiento significativo a nivel global, impulsado por la creciente demanda de alternativas sostenibles a los combustibles fósiles. Con esta adquisición, BP se consolida como un actor importante en este mercado en auge, diversificando su cartera de negocios y reforzando su compromiso con la sostenibilidad.
Impacto financiero de la operación
BP asumirá la deuda y las obligaciones de Bioenergia, valoradas en 1.200 millones de dólares. Según estimaciones de Reuters, esto significa que BP pagará un total de 800 millones de dólares a Bunge por su participación en la empresa conjunta.
Preocupaciones de los inversores
Cabe destacar que esta adquisición se produce en un contexto de cierta preocupación entre los inversores por la estrategia de BP. A principios de este mes, la agencia de calificación crediticia S&P Global revisó a la baja la perspectiva crediticia de BP, citando una reducción de la deuda más lenta de lo esperado. Sin embargo, BP confía en que esta adquisición generará valor a largo plazo y contribuirá a su estrategia de descarbonización.
En definitiva, la compra de la participación de Bunge en Bioenergía por parte de BP representa un paso importante en la estrategia de la petrolera para convertirse en una empresa energética de bajas emisiones. Esta operación fortalece su posición en el mercado de biocombustibles en auge y la acerca a su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.