A medida que las fuentes alternativas se vuelven más prominentes en la cadena energética, el mayor productor individual de caña de azúcar del mundo, Raízen, se está posicionando para estos cambios mediante la creación de una capacidad de innovación agrícola en Brasil.
Un acuerdo de empresa conjunta entre el gigante angloholandés de petróleo y gas Shell y el conglomerado energético brasileño Cosan, Raízen es líder en la producción de azúcar, etanol y bioenergía, así como una de las mayores empresas de distribución de combustible bajo la marca Shell con producción de 2.100 millones de litros al año.
Además de diversificar sus negocios, como una central eléctrica para biogás producido a partir de subproductos de la caña de azúcar anunciada en agosto, el grupo quiere extraer más valor y eficiencia de los recursos existentes.
Para apoyar estos objetivos, la compañía ha cuadriplicado su inversión en innovación, con énfasis en Pulse, un espacio de coworking y acelerador de startups. La instalación con sede en la ciudad de Piracicaba (a 157 kilómetros de São Paulo) tiene como objetivo aprovechar la experiencia y el crecimiento local de las agritechs, nuevos emprendimientos que desarrollan nuevas tecnologías para la agroindustria.
«Queríamos dejar de ser pasivos y esperar que los grandes proveedores innovaran. Eso sería muy poco para una empresa del tamaño de Raízen; es casi una obligación para nosotros ser pioneros y protagonistas en este proceso», afirma Fabio Mota. Vicepresidente de Innovación de la firma.
«Lo digital es muy importante en ese contexto. Estamos buscando maneras de permitir la aceleración de startups y nuevas iniciativas aplicadas a áreas que son de nuestro interés. Esto tiene en cuenta todos los controles que se necesitan para una gran empresa, al tiempo que se tiene en cuenta ventaja de lo que el ecosistema de innovación puede aportar a nuestro negocio”
Encontrar sinergias
Para identificar posibles alianzas, se mapearon todos los elementos de la cadena productiva de la empresa, así como las necesidades comerciales específicas y las oportunidades de mejora basadas en la innovación. Desde su lanzamiento en agosto de 2017, el programa de innovación de Raízen ha atraído el interés de más de 400 startups y se ha acelerado con 15 empresas de diversos niveles de madurez.
«Cuando Pulse comenzó, incluso los competidores se acercaron a nosotros con una bandera blanca queriendo participar, porque nadie más en el sector estaba haciendo algo así con las startups. Todo el mundo miraba a las fintech y a oportunidades más genéricas», explica.
El programa ya ha comenzado a dar resultados: algunas de las empresas impulsadas por el centro de innovación ya han completado proyectos de prueba de concepto, y las iniciativas se encuentran actualmente en la etapa que Mota define como «expansión controlada».
Entre los proyectos que actualmente están en etapas más avanzadas se encuentra el monitoreo de cultivos de caña de azúcar Raízen por parte de la startup Perfect Flight, con un sistema que asegura la precisión y trazabilidad de la aplicación de pesticidas, utilizando información georreferenciada de rutas aéreas para generar informes de análisis de aspersión.
Otra asociación con agritech Aimirim utiliza inteligencia artificial para automatizar la quema de bagazo de caña de azúcar utilizado para generar energía. La tecnología, actualmente en uso en dos plantas de Raízen, ajusta las tasas de combustión, lo que resulta en una reducción aproximada del 30 por ciento en las cantidades de bagazo para generar el mismo poder calorífico.
También hay ejemplos de otras startups participantes que ya tienen una cartera de clientes y luego trabajan con Raízen: un caso como Strider, que desarrolla software para monitoreo y control de plagas y trabaja con más de 600 propiedades rurales en Brasil y Estados Unidos.
Perspectivas de futuro
Para el próximo año, Raízen espera haber acelerado entre 40 y 50 startups. El gigante energético también espera confirmar sus apuestas en proyectos actuales y aumentar proporcionalmente la inversión.
«A medida que nuestras iniciativas tengan éxito, estaremos más convencidos de nuestros procesos, métodos, convicciones y metodologías para que la inversión pueda aumentar. Hemos podido ajustar nuestro modus operandi en un sistema que es muy diferente del negocio estándar y naturalmente vendrán más inversiones», afirma Mota.
Aunque el ecosistema agrotech de Brasil todavía está rezagado respecto de otros segmentos como el fintech en términos de madurez y número de startups, Mota cree que este escenario está cambiando rápidamente, y el éxito de Pulse es uno de los catalizadores de esta transformación. Pero las ambiciones de innovación de Raízen van aún más allá:
«La etapa de digitalización de la agricultura en Brasil -a pesar de que normalmente somos muy críticos con nuestro país- está infinitamente por delante de países como India, que es el segundo productor mundial de caña de azúcar», afirma el ejecutivo.
«Nuestra aspiración para el ecosistema de innovación en la agricultura -y especialmente cuando se trata de caña de azúcar- es ser un referente mundial. Tenemos todas las condiciones para ello y Raízen está posicionado para asegurar que este ecosistema sea el centro del mundo en agritech dirigido en nuestro negocio.»
